reiki


    REIKI
Qué es Reiki Historia de Usui, Los Niveles Reiki Usos del Reiki
 
Qué es Reiki
Reiki es un sistema holístico de sanación natural, cuyos orígenes se
remontan a los principios de los tiempos. Se trata de la misma energía que
aplicamos cuando pasamos la mano sobre el lugar donde nos acabamos de
golpear, o cuando hacemos el gesto de llevarnos las manos al centro del
pecho si estamos angustiados o sentimos compasión.
La palabra japonesa "Reiki" quiere decir "Energía Vital Universal"; esto es,
la energía de vida presente en cada ser vivo o cosa presente en el Universo.
Como tal, esta energía es inagotable, pues no procede de un individuo en
particular (el reikista), sino que surge de la matriz misma del Universo y
solamente es canalizada por el practicante Reiki. Por lo tanto, es falso
creer que somos nosotros quienes realizamos la cura o sanación, siendo en
verdad Reiki quien cura y da bienestar.
Todos somos canales Reiki.
Es nuestro patrimonio evolutivo poder volvernos
canales conscientes de la Energía Vital Universal
La diferencia entre una persona cualquiera poniendo las manos adonde le
duele y un practicante de Reiki es la cualidad del acceso a la fuente de
energía. Como partes integrantes del Universo, todos tenemos acceso a una
"porción" de energía Reiki por derecho natural, sólo que a causa de los
procesos de socialización, la educación y los traumas emocionales propios de
la vida de cualquier persona normal, los canales por donde la energía
debiera circular libremente se encuentran, al menos parcialmente,
bloqueados, impidiendo en consecuencia que el fluído Reiki llegue en forma
inagotable a su destino. Por lo tanto, si bien todos conseguimos aliviar el
dolor al ponernos las manos sobre el lugar golpeado, pronto esa energía
sanadora estará agotada, y si insistimos en aplicarla más allá de nuestras
fuerzas (sobre todo si lo hacemos sobre el dolor de otra persona), lo único
que conseguiremos es desenergizarnos, sentirnos agotados y tal vez, en casos
extremos, enfermarnos.
A partir de una iniciación Reiki, la energía queda "encendida" para siempre.
Como sabemos, una persona se convierte en reikista a través de una
iniciación. Esta iniciación, la cual vista externamente puede tener un
carácter "mágico", es en realidad una limpieza energética de los canales de
energía de nuestro cuerpo etérico, llamados "nadis" en la tradición yóguica,
los cuales conectan los principales centros de energía (los llamados
"chakras") y la transportan a todos los rincones de nuestro cuerpo. La
"maestría" de un profesor de Reiki se limita en realidad a limpiar
energéticamente nuestro sistema de nadis, permitiendo de esta forma que la
Energía Vital Universal nos penetre por el chakra ubicado en la coronilla
("Sahasrara"), descienda hasta el chakra del corazón ("Anahata"), el cual,
entre otras cosas, es el chakra relacionado al Amor en su forma impersonal,
y desde allí, convertido por la fuerza del Amor en energía de sanación,
viajar a los puntos reflejos de Anahata ubicados en las palmas de las manos
para poder ser aplicados adonde nos resulte necesario. Nos convertimos así
en una suerte de bambú hueco, dejando que la energía de la existencia se
exprese a través de nuestro ser.
Es por esto que se afirma que Reiki es la Energía del Amor, obtenida de la
Fuente Universal, transmutada por el Amor Incondicional presente en cada uno
de nuestros corazones, aplicable a cualquier persona u objeto adonde
llevemos nuestras manos.
Después de una única iniciación la persona queda conectada con la energía
Reiki para el resto de su existencia, independientemente de si hace uso o no
de esa conexión aplicando o aplicándose Reiki. Depende únicamente de la
asiduidad y del compromiso con su práctica para conseguir con el correr del
tiempo mayor intensidad en la aplicación.
Como podemos ver, Reiki no constituye ninguna forma de creencia o
religión, antes bien es una técnica pragmática de trabajar con la energía, y
se la denomina "holística" en virtud de que trabaja tanto en el plano físico
como en el psicológico y emocional, convirtiéndose en la práctica en una
forma de meditación para quien así lo requiera.
Es necesario aclarar que una iniciación de Reiki no nos convierte en seres
más exitosos, comerciantes más ricos o personas más equilibradas, mucho
menos en seres iluminados. Si bien en algunos casos puede ayudar a
conseguir todo eso, es bueno recordar en todo momento que para superarnos y
mejorar en cualquier aspecto hace falta determinación, valor y trabajo. En
primera instancia lo que Reiki logra en nosotros es abrirnos la puerta a un
mejor autoconocimiento psico-emocional. Nos ayuda a ver la relación entre
los aspectos emocionales y el funcionamiento de nuestro cuerpo, con lo que
conseguimos mirar más de frente a nuestra "Sombra" (aspectos negativos,
peligrosos o vergonzosos de nuestra identidad, por lo general ocultos en
nuestro inconsciente), integrarnos con ella y de esta forma aprender a
relacionarnos mejor con nosotros mismos y con aquellos que nos rodean.
Reiki también nos introduce en una nueva percepción de nosotros mismos en
relación con el Universo. Al formar parte del torrente de energía
universal, nos damos cuenta que sólo somos una gota de conciencia inmersa en
el gran océano cósmico. De esta forma nos volvemos más compasivos, ya que
comenzamos a comprender que el dolor del otro es igual a nuestro dolor; más
amorosos, porque nos percibimos parte de la unicidad de la existencia; más
confiantes, porque nos sabemos un instrumento de la gran orquesta cósmica.
Como sistema de sanación, Reiki acelera y tonifica los procesos de
autosanación propios de cada organismo, desplazando las energías densas
bloqueadas tanto a nivel físico como psico-emocional y reemplazándolas por
un torrente de energía de sanación, restaurando así el fluir energético
natural propio de cada uno. La energía Reiki trabaja reequilibrando lo que
estuviera desbalanceado, quitando los excesos y llenando las faltas,
impulsando lo luminoso sobre lo oscuro. De esta forma ayuda a superar
dolores o enfermedades, estimula convalescencias, alivia tensiones físicas y
mentales, renueva la energía del cuerpo y ayuda a integrar procesos
psicológicos conflictivos, otorgando una sensación de calma y paz mental.
Reiki pareciera contar con un "radar" con el cual rastrea y disuelve los
puntos adonde la energía se encuentra en tensión, no siendo necesario saber
de antemano que es lo que el paciente precisa: Reiki siempre encuentra su
camino para llegar donde es preciso, quitando los excesos y llenando las
faltas.
También es recomendable su práctica en la ausencia de enfermedades o
conflictos serios; una sesión de Reiki nos otorga una sensación de bienestar
y leveza físico-emocional que nos ayuda a enfrentar las dificultades de
nuestro día a día con la mejor disposición.
El Reiki no puede herir a nadie ni hacer daño, no destruye; por el
contrario, construye y protege. Vitaliza toda forma de vida y sólo puede
hacer el bien.
 
Historia de Usui
 
Sólo por hoy, no te enojes.
Sólo por hoy, no te preocupes.
Sólo por hoy, sé agradecido.
Sólo por hoy, trabaja duro
(practica meditación).
Sólo por hoy, sé bondadoso con los demás.
Emperador Meiji de Japón 1868-1912
Los Cinco Preceptos Reiki
 
La historia del Dr. Mikao Usui, redescubridor del Reiki, se haya
envuelta en un manto de leyendas. Existe una parte de su vida lo
suficientemente bien documentada como para poder estar seguros de ella; el
resto, sin embargo, queda restricto al ámbito de las creencias y
suposiciones.
Se afirma que Mikao Usui nació
el 15 de agosto de 1865 en Yago, una aldea al sur de Japón; que se casó con
Sadako Suzuki con quien fue padre de dos hijos, y que murió el 9 de marzo de
1926, al parecer víctima de un infarto. Su cuerpo yace enterrado en el
cementerio de Saihoji, un templo budista ubicado en las afueras de Tokio, y
en su tumba se encuentra un memorial al que podemos visitar y en el cual
está escrita buena parte de la historia de su vida.
El memorial está escrito en japonés antiguo, pero fue traducido al
inglés por el Maestro de Reiki Frank Arjava Petter y su esposa Chetna
Koyabashi, y desde allí se lo ha traducido a varias lenguas occidentales.
El texto completo lo podemos encontrar en el libro "Fuego Reiki", de Frank
Arjava Petter.
En el memorial se nos cuenta que, hacia 1920, el Dr. Usui visitó el
monte Kurama para realizar un retiro de ayuno y meditación de 21 días,
durante el cual recibió súbitamente la energía Reiki en el tope de la
cabeza. La tradición oral nos dice que el Dr. Usui vio los símbolos de
Reiki dibujados de color dorado en el cielo, y que desde allí "lo
penetraron" a través de su tercer ojo (el chakra frontal, o Ajna Chakra).
Experimentó con la energía Reiki primero en sí mismo y después con sus
familiares, y al comprender que se trataba de un método de cura sumamente
efectivo frente a varios tipos de males decidió enseñar su descubrimiento al
mundo. Cuenta el memorial que en abril de 1921 abrió su primera clínica de
Reiki en el área de Tokio, adonde atendía pacientes de todo Japón y
capacitaba a varios alumnos para difundir su conocimiento. En setiembre de
1923 un gran terremoto devastó Tokio, Mikao Usui visitó entonces a heridos y
enfermos, brindando sanación y esperanzas entre los más necesitados. A
partir de entonces, su fama y su trabajo se propagaron como fuego.
También allí se nos dice que Usui enseñó Reiki a unas 2.000 personas, y que
existían en su época numerosos talleres y clínicas de Reiki diseminadas por
todo Japón. El Dr. Usui fundó la "Usui Reiki Ryoho Gakkai" (Sociedad Reiki
del Método Usui de Sanación), de la cual fuera el primer presidente, y cuya
sede en Tokio continua en actividad hasta hoy.
Una afirmación corriente es que el Dr. Usui enseñó en la Universidad
Doshisha de Kyoto y más tarde en la Universidad de Chicago, pero Arjava
Petter dice haber consultado archivistas de ambos centros de estudios sin
encontrar evidencia positiva.
Es poco lo que podemos afirmar con certeza acerca de la fe que el Dr.
Mikao Usui profesaba. Se afirma en varias fuentes occidentales que el Dr.
Usui era cristiano, aunque el hecho de estar su cuerpo enterrado en un
cementerio budista y el tipo de práctica espiritual a la que se dedicaba en
el momento de su inspiración Reiki parecen desmentirlo. Sin embargo, se
afirma en su memorial que se trataba de una persona de una amplia cultura y
conocimiento religioso, y es probable que, en virtud de su incesante
búsqueda espiritual, al menos en alguna parte de su vida haya practicado el
cristianismo. El hecho de que haya practicado la caridad atendiendo a los
necesitados después del terremoto de 1923 y sus frecuentes visitas a los
barrios más miserables parecen acercarnos a esta idea.
Su estadía en el templo del monte Kurama (Kuramayama) en el momento de
su inspiración Reiki es significativa. El monte es un centro energético y
espiritual desde tiempos antiguos, cuyo templo fuera construido en el año
770 d.C., y fue elegido por emperadores y nobles para la práctica
espiritual. La naturaleza en los alrededores del templo está protegida por
mandato imperial desde hace siglos, y existen allí un espeso bosque de
cedros repleto de altares, refugios para meditadores y una cascada en cuya
cercanía el Dr. Usui realizó su retiro. El monte Kurama constituye un
santuario muy frecuentado por buscadores de diferentes tradiciones y
religiones en virtud de ser un ambiente propicio para la práctica
meditativa. En el templo no se practica una religión en el sentido corriente
de la palabra, sino que allí se venera a las manifestaciones de una fuerza
presente en todo el Universo, a la que se llama casualmente "Energía Vital
Universal". Esta veneración se manifiesta a través de un culto abierto al
público, por un lado, y de un ritual de iniciación secreto, accesible a la
práctica para cualquiera que lo solicite, independientemente de la religión
que profese y sin ninguna obligación litúrgica o sectaria posteriorr.
La historia de la inspiración Reiki ocurrida al Dr. Usui, transmitida de
forma oral de maestros para alumnos, es más o menos la siguiente:
Cuentan que el doctor Usui a lo largo de su búsqueda espiritual se
mostró interesado en la forma en que varios Maestros de la Humanidad (como
Buda o Jesús) conseguían sanar con las manos y emprendió una profunda
investigación durante años para obtener alguna información al respecto.
Aconsejado por un amigo personal que era líder de un monasterio budista,
Mikao Usui inició estudios del idioma chino y viajó pesquisando antiguos
textos espirituales y religiosos que mencionaran hechos de sanación a través
de la imposición de manos. De esta forma encontró muchas antiguas historias
de milagros y vidas de santos, pero no pudo hallar ni una palabra que le
mostrara como hacer para llevar estos milagros de sanación a la práctica.
Sus investigaciones lo llevaron a estudiar el sánscrito, y se dice que una
vez obtuvo un texto donde se describía el proceso para convertirse en un
sanador, pero no pudo hallar en él el modo objetivo y funcional de llevarlo
a la práctica.
Su amigo lo induce entonces a buscar una solución de tipo espiritual:
le recomienda realizar un retiro de ayuno y meditación; 21 días en la
soledad del monte Kurama.
El doctor Usui escoge un santuario cerca de la cascada adonde iría a
permanecer en retiro, dispuesto a quedarse allí hasta que encontrar el
conocimiento que está procurando. Alínea a sus pies 21 guijarros, los
cuáles serán arrojados a la cascada uno a uno al amanecer de cada nuevo día.
El resto del tiempo lo pasa orando y meditando.
Las piedras a sus pies se están acabando y Usui no ha notado ningún
cambio. Días y noches se suceden, la calma de la meditación inunda su alma,
pero a respecto de sanar con las manos aún continua bajo un manto de
ignorancia.
Finalmente el último día llega. Poco antes de clarear, Mikao Usui
toma el último guijarro dentro de su puño y antes de arrojarlo a las aguas
crepitantes ruega para que su pedido sea cumplido. Esta vez, los dioses
deciden escucharlo.
Repentinamente un resplandor dorado comienza a crecer y aproximarse
desde el horizonte. Sin dudas, viene hacia él. La primera reacción de Usui
es sentir miedo y quiere huir, pero pronto comprende que él ha pedido para
que algo le sea dado, y que ese "algo" está viajando desde el Cielo para
alcanzarlo.
La luz dorada se convierte en innumerables esferas tridimensionales
que se introducen en él a través del tercer ojo, cada una conteniendo
escenas completas donde se le muestra cómo sanar con las manos, cómo hacer
uso de ese poder y cómo enseñarlo a los otros. Cuando el desfile de las
esferas doradas cesa, estupefacto y eufórico comprende que su pedido ha sido
satisfecho, arroja la última piedra y decide volver a casa.
Descendiendo por la ladera de la montaña recibe la primer confirmación
de que lo ocurrido no ha sido su imaginación sino un hecho notable: ha
pasado veinte días sin comer ni beber y se siente fuerte y lleno de energía.
Tanto, que en su entusiasmo tropieza con una piedra y se lastima un pie.
Roja sangre fluye con fuerza de la herida, Mikao Usui mantiene la calma,
recuerda lo que acaba de ver en las esferas y simplemente coloca sus manos
sobre la herida hasta obtener la segunda confirmación del poder sanador de
Reiki: en pocos minutos la hemorragia cesa y el pie parece estar sano
nuevamente.
Continúa su caminata hasta llegar al pie del monte Kurama, donde un
anciano mantenía una pequeña fonda para alimentar a los peregrinos cuando
regresaban de sus meditaciones. Usui pide un poco de arroz frío y té;
cuando es servido, advierte que la hija del dueño de casa, quien le traía
sus alimentos, lleva la cara vendada con un trapo en un intento de aliviar
un severo dolor de muelas. El rostro de la joven está hinchado y dolorido,
su semblante dejaba ver que no tenía esperanzas de ponerse bien aquel día.
Usui pide permiso para tratarla, coloca sus manos en el rostro de la joven y
deja fluir la energía durante algunos minutos. Para el asombro de todos los
presentes, la inflamación y el dolor ceden, haciendo que la joven vuelva a
sonreír en una muestra de agradecimiento.
A partir de entonces su trabajo fue incesante en ayudar en la sanación de
personas y formar otros reikianos para que colaboren en divulgar el poder
curador de la energía Reiki en el mundo. Tanto, que nunca se ocupó en dejar
para la posteridad los detalles de su historia personal, dejàndola envuelta
en un manto de leyendas.
"En presencia del Mal, el hombre noble da grandes pasos en dirección del
Bien".
"I Ching"
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Los Niveles Reiki
Es necesario realizar un curso de Reiki con algún Maestro calificado antes
de poder practicarlo. Contáctenos!
Como practicantes, podemos tener acceso a la energía Reiki a través de
tres niveles diferentes, los cuales no varían de intensidad en la aplicación
sino que otorgan diferentes capacidades para proyectar la energía.
Si bien cualquier persona que así lo quiera está capacitada para
recibir Reiki, la iniciación del primer nivel nos permite darnos Reiki a
nosotros mismos y dar tratamientos de Reiki a otras personas, así también
como a animales, plantas, alimentos, medicamentos, regalos, aparatos
electrónicos y todo tipo de objetos a los que la inspiración nos vaya
guiando. Siempre es un requisito fundamental contar con el permiso de la
otra persona antes de darle un tratamiento, de otra forma el torrente de
energía perturbaría tanto a la persona que sin saberlo lo recibe como a la
relación que tenemos con ella, dejando así Reiki de ser energía del amor y
la sanación para transformarse en una intrusión.
Después de la iniciación de segundo nivel el practicante amplia sus
capacidades, consiguiendo enviar Reiki a distancia a través del uso de tres
Símbolos Reiki específicos. Su uso es indicado tanto para hechos y personas
que se encuentran lejos físicamente, como para sucesos y relaciones ubicados
en el pasado o en el futuro.
De esta forma se puede complementar la aplicación de Reiki directamente
sobre nuestros cuerpos con el envío de Reiki a, por ejemplo, sucesos y
relaciones de nuestra historia personal, limpiándonos así etéricamente de la
carga psico-emocional que muchas veces nos va quedando como marcas del
pasado. Es importante aclarar que aquí también es fundamental pedir permiso
para poder enviar Reiki a otra persona, aunque si lo hacemos a situaciones o
relaciones que nos atañen personalmente quedamos eximidos de hacerlo,
siempre y cuando al formularlo aclaremos que estamos enviando Reiki a "la
relación con..." y no directamente a la persona. De esta forma no nos
volvemos intrusos y emprendemos un proceso de sanación con el 50% de la
relación que nos corresponde, sin correr riesgos de entrometernos
energéticamente con el otro.
Otra posibilidad que brinda el segundo nivel es la modalidad conocida
como Reiki o cura mental, tanto para nosotros mismos como para dar a otros,
el cual trabaja directamente con los contenidos de la mente, limpiando y
ayudando a procesar contenidos y actitudes mentales conflictivas.
Siempre es recomendable que entre uno y otro nivel el reikista
experimente todos los alcances de la energía Reiki durante un tiempo
razonable antes de emprender una nueva iniciación, para poder adquirir mayor
dominio de la técnica. Es importante señalar que si bien, como ya hemos
dicho, subir de nivel no aumenta la intensidad del fluído de energía, sí lo
hace una práctica asidua, siendo normal encontrar practicantes de primer
nivel "más intensos" que practicantes del segundo o tercero, dependiendo
esto únicamente de la perioricidad y el compromiso que cada reikista
incorpore a su práctica.
Con el tercer nivel el reikista accede a la llave energética, el
llamado Símbolo Maestro, para convertirse él también en transmisor del
método. En sí misma, la tercera iniciación brinda la capacidad energética
para hacerlo, aunque en la práctica se haga necesario realizar
posteriormente un seminario para aprender los rituales de iniciación y
diversas generalidades del quehacer de un transmisor del método. A este
seminario hay quienes lo llaman cuarto nivel.
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Usos de Reiki
Como ya mencionamos más arriba, existen numerosos usos posibles para Reiki,
cabiendo al practicante la responsabilidad y la creatividad a la hora de
juzgar la conveniencia de su uso. Personalmente recomiendo fervientemente
probar nuevas posibilidades, siempre observando el respeto y el amor por el
otro, sin imponer nada. Entiendo que cuando experimentamos un conocimiento
personalmente y "lo hacemos carne" en nosotros mismos, este conocimiento se
transforma en sabiduría, o sea, comienza a operar activamente en nuestra
realidad. En cambio, cuando adquirimos un conocimiento sin su consecuente
experimentación personal, leyendo un libro o escuchando las historias de
otros, ese conocimiento "prestado" no pasa de ser un artículo más en la
carga de nuestra mochila de la vida. Siddharta Gautama el Buda comentaba
esta actitud comparándola con la del pastor que vive preocupado contando las
vacas de los otros, sin ocuparse del propio rebaño.
Siendo Reiki una actividad sumamente práctica, el conocimiento a su respecto
sólo se logra en la práctica. Sin embargo, contamos ya con la experiencia de
varias generaciones de reikistas alrededor del mundo, experiencia que
podemos usar de base para nuestro propio viaje a través de la Energía Vital
Universal.
A mi entender, el principal uso del Reiki es el autotratamiento, cuya
práctica podrá acompañarnos a lo largo de toda nuestra vida. Personalmente
mi vida puede dividirse en un antes y un después de Reiki, ya que la
práctica diaria de autotratamientos que emprendí durante años me brindó
confort y relajación, ayudó en la sanación de enfermedades cotidianas como
indigestiones y resfríos y de algunas otras más pesadas y crónicas como la
vulnerabilidad de mi hígado (gracias a la aplicación casi constante de
Reiki, viajando en ómnibus, en el cine, mirando televisión, conseguí superar
una hipersensibilidad casi crónica que tenía a innumerables alimentos, que
ahora disfruto y tolero mucho mejor), me sanó golpes y heridas, contribuyó a
conseguir la indispensable claridad mental necesaria para lidiar con el día
a día y me impulsó a emprender nuevos desafíos con más calma y serenidad.
La otra aplicación clásica, como sabemos, es el tratamiento para otros.
Además de todo lo que ya mencionamos al respecto, existe otro tipo de uso:
los casos de emergencia y accidentes. Por ejemplo, alguien se martilla un
dedo, entonces simplemente tratamos el área dolorida lo más rápidamente que
podamos hasta que el dolor pase o sintamos que ya fue suficiente. Las
señales para sentir cuando es necesario más Reiki que el padronizado, cuando
es tiempo de seguir y cuando de parar comienzan a resultarnos claras con el
paso del tiempo y la práctica. Nuestra mejor fuente de aprendizaje vendrá
de nuestras propias sesiones de autotratamiento, y dependiendo de nuestra
calidad como receptores intuitivos de información no verbal, podremos en
algunos casos establecer diagnósticos precisos y holísticos después de unas
cuantas posturas.
Es bueno recordar que Reiki acelera los procesos curativos, por lo que es
común que durante los primeros instantes de aplicación sobre una zona con
dolor éste se intensifique, disminuyendo visiblemente e incluso
desapareciendo con el correr de los segundos. Se ha comprobado en la
práctica que durante una emergencia cuanto antes hagamos la aplicación,
mejores son los resultados de la cura. También podremos reaplicar Reiki
cuantas veces consideremos necesario, los resultados siempre serán
sorprendentes: las heridas curan rápido casi sin dejar rastro y los
moretones desaparecen a la brevedad.
Existen además una variedad de otras aplicaciones, que comenzaremos a
comentar. Un uso muy común y recomendable es darle Reiki a nuestras
mascotas. Se dice que en general los perros aceptan Reiki con deleite, en
tanto el comportamiento de los gatos suele ser más contradictorio. Shanti,
una gata con quien conviví durante unos años, tolera el Reiki etérico con
cierto desdén pero suele rechazar de plano el Reiki físico, excepto cuando
está con algún tipo de malestar, ocasiones en que lo recibe con gusto. Como
la distribución de los órganos internos de los animales es similar a la de
los humanos, el esquema general para el tratamiento también es similar. Con
animales más pequeños como pájaros o hamsters lo mejor es ponerlos entre el
cuenco de las manos; ya con peces podemos poner las manos a los costados de
la pecera energizando el agua.
Otro uso recomendable es aplicarle Reiki al agua, ya sea porque tiene mal
sabor o simplemente para energizarla. Del mismo modo podemos darle Reiki a
bebidas y alimentos, especialmente si fueron comprados fuera de casa o si no
estamos seguros de si fueron preparados con amor. Casi todo el mundo
coincide en que la comida casera tiene mejor sabor, y si bien Reiki no va
conseguir mejorar la calidad de los ingredientes ni la forma de cocción, le
va a dar al alimento la misma cualidad amorosa que si la hubiéramos
preparado nosotros mismos con la mayor dedicación.
Otro caso similar es el de los medicamentos, los cuales van a ver
incrementada su potencia curativa y se van a limpiar de cualquier carga
energética pesada adquirida tanto en la preparación como en el manoseo
durante el transporte.
Otra posibilidad interesante es el uso de Reiki en plantas. Como éstas
absorben la mayor parte de la energía a través de las raíces, podemos
aplicar las manos sobre la tierra alrededor del tallo o a los costados de la
maceta, si fuera el caso. En árboles podemos dar Reiki sobre el tronco.
También podemos darle Reiki al agua contenida en una regadera. Las plantas
suelen recibir Reiki con visible provecho, y es especialmente indicado
después de realizar podas o transplantes, cuando notaremos que su
recuperación es inmediata.
Hacemos la salvedad aquí que como Reiki acelera y estimula todo tipo de
procesos, si cualquier ser vivo ya hubiera agotado la energía de su ciclo de
vida, un tratamiento de Reiki ayudaría a ese ser a acelerar su procesos
desencarnación.
Otro uso interesante es darle Reiki a cartas o regalos, para teñirlos con la
sutil energía de vida. Aunque en apariencia no observaremos ningún cambio
objetivo, nuestra carta o regalo tendrá a los ojos del espectador un aspecto
más alegre y llamativo. Un uso similar podemos darle a aparatos mecánicos y
electrónicos, mismo que a objetos de uso personal, como cepillos de dientes
y ropa. En todos los casos, los objetos serán limpiados de cualquier
energía densa que los estuviera cubriendo, los volvería aún más "personales"
y les prolongaría el ciclo de vida útil.
Una posibilidad interesante para enviarle Reiki a personas o situaciones a
distancia es la llamada "Caja Reiki". Primero debemos escoger una caja de
tamaño apropiado para guardar varias fotos, papeles u objetos. La caja
puede ser de cualquier material no metálico, y su uso deberá quedar
restringido al Reiki para que sea efectivo. Una vez que la hayamos escogido,
podemos introducir en su interior fotografías u objetos que simbolicen a una
persona o situación, cerramos la caja y poniendo las manos encima dejaremos
que la energía fluya. Una vez más, recordamos que necesitamos la aprobación
del otro antes de enviarle Reiki.
Un método más eficiente para enviar Reiki a distancia es practicado por
estudiantes iniciados en el segundo nivel.